Aunque hay que actuar con la máxima cautela, Ben Bernanke ha confirmado que la Reserva Federal tiene margen para aplicar más medidas de estímulo no convencionales. Y es que el presidente del banco central de EEUU ha venido a decir que el riesgo de deflación es más alto de lo deseable y que el desempleo es una lacra que persistirá en el tiempo.
Bernanke ha señalado en un discurso que deben evaluar muy bien el coste de los programas de ayuda porque, aunque las compras de activos se han revelado útiles para ayudar a la economía, la expansión del balance de la Fed tiene un impacto negativo en las expectativas de inflación.
De hecho, reconoce que la experiencia de la Fed es muy limitada en estos asuntos y que por ello se muestran tan cautos. El tamaño y la frecuencia de las compras de activos debe meditarse con calma porque a la hora de revertir la situación podrían surgir problemas.
Es decir, que lo malo de entrar es que luego hay que salir y que salir mal no es una opción por el daño que se le causaría a la economía.
El académico líder ha vuelto a manifestar que estarán atentos a la evolución de la economía para actuar pero que el desempleo "persistirá por un tiempo" y que el crecimiento estará por debajo del potencial.
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